miércoles, 9 de julio de 2008

Por qué me siento descendiente de los griegos

Si bien en el Perú coexisten diversas culturas, creo que no me equivoco al decir que la del mundo andino y la occidental son las predominantes. No creo que nos hayamos separado de Europa lo suficiente como para no considerarnos occidentales, como si lo hicieron los antiguos griegos de mesopotamia.

Con el canto de la Iliada las tribus europeas se terminan de separar culturalmente de las asiáticas. Aparece un poema propio de un pueblo en el cual existen costumbres, concepciones sobre el mundo y cosmovisiones diferentes a las demás, sobretodo a las de sus ancestros babilónicos. Por poner un ejemplo, tenemos a un rey (Príamo) que por más bueno y por más respetuoso de los dioses que fue, saquearon su ciudad, mataron a sus hijos, lo degollaron y luego mataron a su esposa. Vemos pues, por poner un ejemplo, que esta concepción dista mucho del karma de la india, (el cual señala que si haces cosas buenas y eres bueno, te van a suceder cosas buenas).

Según los mitos, la antigua Grecia estaba llena de monstruos y criaturas extrañas. Al igual que Manco Capac, quien limpió la tierra de extraños para los Incas, y Abraham, quien sacó a su pueblo de una ciudad pagana, Helen limpió la tierra de esos monstruos para sus hijos y sus descendientes. Entre sus descendientes están Dorio, Eolo, Jonio y Aqueo quienes serán los padres de las cuatro ramas de los helenos. Aqueo es el padre a su vez de los Aqueos, los cuales son lo que invaden Ilión, o más conocida como Troya. Los hijos de Helen se llamaban así mismos Helenos y llamaban bárbaros a todas las demás razas, (“bárbaro” viene del sonido de las ovejas “baaar, baaar” y empezó significando algo así como “los que hablan haciendo ruido como las ovejas”, sumándose luego una connotación despectiva a esta palabra). Señalo esto porque el hecho de que los helenos llamen a los OTROS con una sola palabra es que ellos se comenzarán a sentir como un NOSOTROS. Tucídides (un heleno de la antiguedad) escribe que existe una lengua común pero con cuatro acentos, sin embargo, aún así se consideraban de la misma raza.

Los romanos conquistan a los helenos pero no los llaman así, los comienzan a llamar “Griegos” y. si bien los conquistan militarmente, son conquistados por los hijos de Helen culturalmente. Así pues, para ejemplificar, los romanos comienzan a reproducir sus estatuas (existen muchas versiones romanas del discóbolo, se conoce esta estatua gracias a los romanos, el original se perdió), traducen a los filósofos al latín y el griego se vuelve el idioma culto en contraposición al latín, el idioma del pueblo.

En Roma (y ya desde los helenos) muchos pensadores creían que debía existir un dios superior que pueda explicar mejor el todo, que sea el origen de todo y que sea el padre de los demás dioses, ya que ellos tenían debilidades, nacían y morían. Ese dios debía ser omnipotente. Si bien existían muchas religiones en el imperio, no es coincidencia ni azar que la de los cristianos sea la que mejor haya calzado con la necesidad y la “sed” religiosa de muchos. Por eso el cristianismo, a pesar de toda la persecución que hubo, se expande por el imperio, llegando a ser la religión oficial.

El imperio se divide en dos y luego cae la parte del oeste, (la parte del este, el imperio bizantino, vivirá mil años más, pero luego desaparecerá por la invasión turca de los musulmanes, nosotros no descendemos de esa cultura). Los bárbaros se reparten Europa pero a su vez son conquistados religiosamente. Dejan de adorar a Odín para adorar a Cristo, obviamente todo esto se dio poco a poco y con mucha sangre de por medio.

Toda religión tiene su axis mundi, es decir, eje del mundo o centro del mundo. Para el Perú del primer horizonte el axis mundi era Chavín de Huantar, para los helenos era el oráculos de Delfos, y para los cristianos de la edad media era Jerusalén. De ahí que los pueblos que estén al este de Jerusalén sean llamados orientales, y los que estén al este serán llamado Occidentales.

Los musulmanes casi dan la vuelta al mar mediterráneo. Por el oeste, es el reino de castilla quien los detiene, un pueblo que vivió en las fronteras de la guerra. Creció con tanta fuerza que no sólo expulsó a los invasores, sino que llegó hasta América. Pero estos españoles occidentales, no venían con ganas de intercambiar, sino de dominar e imponer su cultura. Que los indios dejen sus dioses paganos y que recen al Dios que alguna vez fue del impero.

Los indios aprenden frases como “victoria pírrica” (frase que viene por Pirro, un general romano), concepciones como “causa” y “efecto” (pensamiento que inauguró Aristóteles), y darse la mano al saludar (costumbre medieval). Dejan de dormir en cuclillas para dormir en camas, dejan de señalar hacia atrás cuando quieren decir “futuro” para señalar hacia adelante, dejan de adorar a un dios que ven, para adorar a un dios que no ven, etc. La lista es demasiado larga…

Si bien, como peruano, me gustaría sentirme una mezcla de las dos culturas, occidental e incaica, no puedo evitar admitir que de indio no tengo más que ácidos desoxiribonucleicos, ya que occidente entró con tanta fuerza a América que casi erradicó al mundo andino. No es un honor sentirme occidental, puesto que lo que llegó a América fue lo peor de la cultura del oeste. Cortéz, Pizarro y todos los demás fueron guerreros, conquistadores, saqueadores, con valores morales casi inexistentes y tergiversados. Le hicieron a América lo que los vándalos y godos le hicieron a Roma… típico de occidente.

Pero debo admitir que tampoco es una vergüenza sentirme occidental. Es la cultura que se impone en el mundo. Es una cultura que le da peso a la razón, pero también a lo místico. Las universidades, las escuelas, los hospitales, son inventos de la iglesia occidental. Es decir, como todas las culturas, tienen sus cosas buenas y malas. Lo único que me queda decir es que espero poder sacar lo mejor de occidente y lo mejor del mundo andino.